Negligencia en el Metro de Ciudad de México provoca trágico accidente.

Lo que la carencia absoluta de Gestión de Activos puede ocasionar

En la noche del lunes 3 de mayo, en Tláhuac, Ciudad de México, un tramo elevado de la Línea 12 del Metro CDMX, se desplomó.

Luego de un maratónico operativo de rescate, entre el cansancio, la tristeza y la solidaridad de los vecinos de la zona que se dispusieron a ayudar, el resumen de este trágico accidente es, hasta el momento, de al menos 20 muertos y 70 heridos. 

Esos mismos vecinos, que terminando la jornada, emprendieron la tarea de brindar ayuda, son los mismos que hace años denuncian el mal estado de este tramo de la vía y el notable deterioro de la infraestructura. 

Imágenes tomadas de La Nación, Argentina. Ver nota completa.

¿Fue este un accidente evitable? 

Los comienzos de la línea 12 no iniciaron precisamente con el pie derecho, con un proyecto cambiante en su proceso de diseño. El “Proyecto Metro” que finalmente se ejecuta es rotundamente distinto al inicial, en donde no solo se cambió el tipo de tren que se había planteado, una línea que sería completamente subterránea terminó siéndolo solo en un tramo y el resto elevada, sino que se tomaron decisiones en pos de abaratar costos, lo que provocaría que se debía destinar para eso más trabajo de mantenimiento. 

Poco más de un año de inaugurado, el servicio tuvo que suspenderse temporalmente debido a las fallas del tramo Culhuacán-Tláhuac, fallas provocadas por un desgaste prematuro pero también por falta de mantenimiento. 

En los años que siguieron, con juicios de por medio en donde los responsables del proyecto, desde las empresas licitadas hasta las autoridades de la ciudad, no hicieron más que deslindarse de la responsabilidad, continúan los tropiezos hasta llegar al año 2017. Las consecuencias del sismo producido en este año, dejó una columna notoriamente dañada y provocó el cierre, por un mes, con el fin de colocar una estructura externa para reforzar el tramo. 

Desde entonces, fueron ignorados los constantes reclamos realizados por vecinos, usuarios y funcionarios que denunciaron fallas y problemas, no solo estructurales. 

Fallas eléctricas, reparaciones insuficientes y un alarmante y visible abandono al deterioro, son la antesala del fatal desenlace del que hoy somos testigos. Un muy grave ejemplo de lo que la carencia absoluta de Gestión de Activos puede ocasionar. 

La falta de mantenimiento, la negligencia en atender las señales de deterioro y una abrumadora indiferencia por la vida humana, llevaron este lunes en México a la tragedia, mostrando lo que sucede cuando las resoluciones a corto plazo gobiernan sobre la visión de largo plazo. 

Desde Uruman lamentamos el enorme costo que la Ciudad de México ha tenido que pagar ante la falta total de responsabilidad de quienes deben garantizar la seguridad de su población.

Artículos de referencia: 
La Nación, Argentina. 
. El País, México.
. El País, México.
Otras Referencias: 
. Twitter

 

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